"Cuando menos te lo esperás
el pasado viene a renovarte el presente
y no se sabe donde te puede llevar...
será mejor que sea donde quieras ir." A.S.
RICARDO
DEBELLUH. El invitado es el maestro Aldo Severi, grabador, ilustrador,
muralista, vitralista, artista plástico, docente señero y vecino de La
Colonia.
CRISTINA OLLER.- Don Aldo Severi, a quien vamos a
retratar hoy en la ciudad, nos dice que su tema preferido es “Yuyo Verde”
de Federico y Homero Espósito.
ALDO SEVERI .- ...por Floreal Ruiz y la orquesta de Aníbal
Troilo.[1]
R. D..- ¿Con qué música se identifica, maestro?
A. S.- ¡Con el tango! Yo soy de La Colonia desde los
11 años. Fue lo primero que conocí cuando vinimos a vivir a Quilmes. Hice el 6°
grado en la escuela 17. Daniel Binelli vivía enfrente. En la calle Carlos
Pellegrini, la Curva de Lemos, donde daba la vuelta el tranvía que venía de la
Capital, iba hacia la estación y al Hospital. Era uno de los pocos tranvías que
entraba en una ciudad del Gran Buenos Aires. A pocas cuadras, ya en aquel
entonces, estaba el Sportivo
Alsina, donde vino Troilo y todas las orquestas
típicas más exitosas de aquellos años. Por eso mi pasión por el tango. No
porque fuera milonguero. Yo escuchaba los tangos en la radio y tocaba el
piano en la mesa. Mi hermano que es más chico que yo, estaba en otra.
Casa de Aldo en La Colonia |
Empecé a gustar del tango por la radio, se me empezó
a hacer una pasión. Y cuando iba al Club, al Alsina, me colocaba junto al
escenario y sabía antes que nadie quién entraba, reconocía los solos, los
compases que correspondían a cada uno, al cantor... Esa ceremonia para mí, para
ese niño, tenía un atractivo de
fascinación.
Somos una consecuencia de lo que hemos vivido, sobre
todo en la infancia. Por eso pinto lo que he vivido. Es una fórmula que no me
puede traicionar. No pinto intelectualmente. Porque soy un pintor de vocaciones
y de motivaciones que me calientan para que me pueda poner en marcha. Yo no podría ser un pintor
abstracto. Si no hubiera sido pintor sería pianista que es mi otra vocación.
Pero volviendo a la infancia, vivíamos enfrente del
Dr. Rodolfo Binelli. Un gran médico pediatra, amigos aún, desde aquel entonces.
Junto a la casa de este vivían sus abuelos y al lado Danielito. Ubiquémonos:
Carlos Pellegrini, entre Andrés Baranda y Bernardo de Irigoyen, la cuadra larga;
con mi familia vivíamos junto a “HZ”, hoy “La Genovesa”.
Equipo Los Indianos, Aldo en el centro, a su derecha José Jové |
Ellos eran, mejor dicho, son primos hermanos. Rodolfo es un
año mayor que yo (es más vivo que el ratón Mickey) Daniel era un pibe
silencioso, introvertido. A Daniel lo
conozco desde que nació.
Con Rodolfo nos entreteníamos con juegos inventados
por mí. Recortaba figuras de “El Gráfico” que tiene que ver con las
imágenes que hoy hago - mis temas son muy singulares, el fútbol, el tango – de
Boca o de River, para hacer el juego más verosímil porque esos jugadores tenían
nombre y apellido y tenían alma. La cancha era la mesa. Eran once contra once. Y jugábamos con un sentido planal, como es el cubismo. Sin
querer estaba haciendo cubismo porque el espacio era virtual, era la mesa, un
plano. ¡Una creación! El arco estaba horizontal a la mesa, no vertical.
Mi amigo Rodolfo me decía: “¡Che, sos ingenioso,
tenés que patentar el juego!. También podía jugar solo con ambas manos. La
pelota era un circulito de cartón que pasábamos de uno a otro y cuando en un
desplazamiento entraba al arco lanzábamos gritos entusiastas como si
estuviéramos en la cancha o en el potrero. Ya ven que desde chico manifesté
cierta singularidad.
Fijate que cuando hice mis primeras obras de tango
nadie consideraba ese tema, porque el tango no era vendible y, además, no se lo
consideraba artístico. El fútbol menos. Hoy muchas de esas temáticas están de
onda. Eso revela mi actitud honesta, auténtica. Eso es lo que hace a uno
destacarse, porque sin querer es distinto a los demás. Eso es extraordinario.
Siempre tuve una actitud absolutamente particular.
Estas son cosas muy íntimas muy personales que nunca
me atreví a decirlas. Como todo pintor, músico artista cuando es niño, que
generalmente son muy introvertidos y se extravierten cuando crean sus juegos,
no con los demás, yo también era apocado. Recién salí a la calle cuando tenía
12 años, a poco de llegar a Quilmes. Delante de papá me daba vergüenza jugar a
esto, no así frente a mamá que era mi cómplice. Ella era una mujer hipersensible.
Papá, sin embargo, fue el gran hombre que me permitió seguir esta difícil
carrera del arte.
Pero volviendo a Danielito, un pibe blanquito, no
tomaba sol, inmaculado, no jugaba con nosotros al fútbol en la calle. Ahora es
un hombre de la noche, de la mañana y de la tarde. En cambio yo, luego, me fui
haciendo un pibe dispuesto, salía a jugar con otros pibes del barrio. Pero esto
recién en Quilmes porque donde vivíamos antes hacía una vida solitaria. Era un
chico de casa. Mis padres nos cuidaban demasiado.
Concluyo. Un día cruzando la calle Pellegrini hacia
los Binelli rumbo a un mandado, escucho un bandoneón. Me asombré porque ya en
esa época no se pasaban más en la radio, tangos de De Caro, de Mafia, de
Laurens. Ni uno. Yo los tenía en la cabeza pues los escuchaba en los discos 78.
Tenía las referencias de papá, las fotos de De Caro dedicadas a él pues habían
sido amigos. Y allí vengo yo a escuchar el sonido de un bandoneón que salía de
la casa de Daniel, me acerco al padre que tenía un taller de hierro forjado en
el frente y le pregunto si eran
discos; él me dice “no, es Danielito que
toca”. Yo creía que me tomaba el pelo. Pero el hombre que vio mi
incredulidad me hizo pasar y allí estaba él, chiquitín, tocando el bandoneón e
interpretando esos tangos complejísimos que no tocaba nadie.
Sintetizando, el pibe gana un concurso por
televisión y lo escucha Piazzola y dice: “De dónde salió ese fenómeno,
quiero conocerlo”. Y ¿Quién lo acompañó a Daniel? ¡Yo! ¡Tocó adelante de
Piazzola! Para Daniel que tenía bastante menos de 20 era una cosa feroz. Yo
tenía 24 años y daba clases en el Moreno. Termina de tocar y Piazzola le
acaricia la cara maravillado, y le dice “pibe no le pidas más que no te va a
dar más”. Recuerdo que estaba el periodista de fútbol Pepe Peña presente y
se había emocionado. Los músicos ya se habían ido y yo estaba allí en ese
cuadro. Esto es historia pura.
CON FONDO DE DANIEL BINELLI, CRISTINA DICE:
Aldo, maestro de los ojos encielados
del
cielo aquel que emborrachó las madrugadas
los
metafísicos tangazos tienen hados
que
prestan voz a tu pintura delicada.
Se
trepa al lienzo y va a tu mano enamorada
un
grave almácigo de ayeres ordenados
con
ritmo astral de azul y sangre entremezclados
que
da a tu estilo el ser del mimo y la trompada.
Goza
un temblor renacentista la emoción
del
cafetín perspectivado en catedral
con
los vitraux como soñados por Gardel,
porque
en la tela con olor a bandoneón
sale
a danzar la mona lisa de arrabal
que atravesó su corazón
con tu pincel.
SE ESCUCHÓ “NIEBLAS DEL RIACHUELO” EN UNA
VERSIÓN DE DANIEL BINELLI Y MARIO ISAAC;
ACOMPAÑANDO “ELEGÍA PARA SEVERI” POEMA DE HORACIO FERRER ESCRITO
EN EL INVIERNO DE 1995 PARA ALDO: (“y nos queríamos tanto”) ACOTA AL
MARGEN EL POETA.
A. S. Éramos
amigos. Porque lamentablemente los artistas a veces nos des-amigamos aunque
después nos amigamos. Pero en aquel entonces teníamos una hermosa relación de
artistas.
Palacios - Severi - Bertana |
R.D. ¿Cómo llegó a la pintura, maestro?
A.S.- Aldo. Decime Aldo. Todos me conocen por Aldo.
Cuando terminé la primaria en la Escuela 17, aquí a la vuelta, mi madre le
preguntó a la maestra qué carrera podía comenzar. Y la maestra sin dudarlo
dijo: “Aldo es artista, señora, tiene que enviarlo a la escuela de Bellas
Artes”. Yo dibujaba los pizarrones para ornamentación de los actos patrios.
Y, además, dibujaba a todos mis compañeros. Mi madre hizo las averiguaciones y
mi padre aunque prefería que fuera tornero, no se opuso. ¡A mí resultaba algo
tan extraño eso de ser tornero! Pero el viejo estaba influido por la época,
allá por el 40, en que era de rigor seguir en el Comercial de Bottaro o en
Artes y Oficios, el Industrial, o abogacía como el Dr. Amor, o medicina como
Rodolfo Binelli. Y cuando decía lo que iba a seguir los pibes, mis compañeros,
y amigos del barrio no entendía qué era eso de las bellas artes.
Siempre estaba del otro lado de las cosas. Así fue
mi vida. Fui un chico extraño, particular. Viéndome en perspectivo advierto que
mis gustos tuvieron una inclinación a lo sentimental, lo romántico, lo
espiritual; lo cual no quitaba que jugara en la calle, a la pelota en los
potrero como cualquiera entonces. Siempre tuve el respeto de todos y el dibujo
me permitió sobresalir hasta en la colimba, de la cual no me salvé y me honra
haberla hecho en la Escuela de Artillería Antiaérea de Mar del Plata, que me
dio la oportunidad de conocer esa ciudad. Mi única preocupación era qué tipo de
muchachos encontraría. Otros pagaron para salvarse. Yo fui el único de la
familia que la hizo.
A Rodolfo Binelli le tocó marina. Para mí fue una
cosa
encantadora. Recuerdo que yendo hacia la Batería que estaba en Camet,
frente al mar, desde los camiones que nos transportaban, vi por primera vez el
mar. Y como yo la mayoría de mis compañeros. Y pensar que creía que las playas
de Quilmes eran lo más grande que había en el mundo y me preguntaba para qué
quiere la gente ir a Mar del Plata. El verde azulado, el olor salobre que traía
la brisa me maravilló. Fue una experiencia única.
Beatriz Pugliesi y Aldo |
En esa Escuela de Artillería se enseñaba tácticas de
tiro y había oficiales ingenieros y en el mismo grupo mío hubo muchachos que
luego fueron ingenieros, arquitectos, médicos, dentistas, entonces ese ambiente
me resulto sumamente positivo. Por supuesto que nosotros teníamos un trato
especial por ser estudiantes; éramos aspirantes a tenientes de reserva y yo
entré en esa privilegio gracias
al dibujo y la pintura. Tuve licencias
especiales gracias a un mural que hice en una oportunidad. El dibujo, la
pintura fueron y son carnet de pase a muchas oportunidades que se me
abren en la vida. Incluso hoy me invitan a un programa como el de ustedes
gracias al dibujo. Les digo más, de ese grupo salió un ministro de transporte,
por dos veces, una con Frondizi y otra con Allende, el Ingeniero Suviri. Para
él yo era el mejor pintor del mundo.
C.O.- ¿¡Qué tal si escuchamos “Quejas de
bandoneón”!?
A.S.
- ¡Estupendo! Yo digo quién lo interpreta, ¿Sí?
............................................................................................................
A.S.-
¡Pugliese, Osvaldo Pugliese!
C.
O.- Efectivamente, el maestro Severi acertó. De Juan de Dios Filiberto, con
Osvaldo Pugliese y su orquesta.
Aldo, sus padres, familia y amigos en La Colonia. |
A.S.- Acudo a mis recuerdos y a mí querida Colonia.
Porque a esto se llama La Colonia. Tenía amigos que eran “del otro lado”.
Sí porque le llamábamos “los del otro lado”. Pensaba qué misterio había del
otro lado. Había muchachos que tenían una posición social más desahogada,
mientras que en La Colonia, en general, había familias más humildes. Yo decía
algún día conquistaría “el otro lado” incluso las chicas de “el otro lado” y
ahora vivo allá. Pero es lindo volver a La Colonia. Como dice Troilo, “cuando
me fui ¡No me fui nunca!”
R.D.-
En cuanto al arte y la pintura se refiere ¿Quiénes fueron sus referentes?
A.S.- Estuve más de un año en Italia, invitado por
ese país, eso me marcó definitivamente. Mis referentes son escuchar mi propia
vos desde que tengo uso de razón. Acudir a los temas que me tocaron
profundamente, la Boca. Porque yo nacía en la Boca. Porque la Boca era una
Babel de idiomas, de razas, de talentos, de diversidad. La Argentina es eso,
pero yo lo conocí en la Boca, en chiquito.
La casa de mis abuelos de madera y chapa, con una
pobreza digna. Donde la limpieza se olía en las maderas de los pisos y las
escaleras. Y las plantas en macetas y los canteros de vegetales comestibles...
eso es producto de una Cultura. Pedir es más fácil.
La tierra en la Argentina es grande, pero como decía
mi suegra está muy baja. En Italia, en cambio, lo primero es el trabajo. La
década del 40 estuvo marcada por un hito extraordinario, una fecha histórica
que a algunos les puede hacer cosquillas; ahí vi la división entre dos
Argentinas, la que por primera vez salió a la calle y mostró garra. No con los
puños cerrados como los dibujos de Carpani, que fue mi amigo, eso de los puños
cerrados es otra historia.
Fue el 17 de octubre, en que surgió un hombre que
agitó banderas que nunca había agitado nadie históricamente. Yo desperté
socialmente allí. Si después no se llegó a conformarse como idealmente pudo
haber sido es otra historia. Sé que hay gente que no capta eso y piensa todo lo
contrario de lo que yo pienso. Con eso significo que esa década fue tan rica
que pudo aparecer ese hombre y esa mujer, el tango, el fútbol con la máquina de
River (aunque yo soy de Boca) El que
vivió la década del 40 está marcado definitivamente. Es una generación que se
está yendo ¡Nos estamos yendo! ¡Pero tan chato fue lo demás, tanto! A pesar del
rock and roll, perdoname...
C.O.- Quisiera que nos hable de la muestra que está en la
sala Emilio Petorutti, en La Plata, que ya se clausura
A.S.- Mañana. Pero tengo que hablar de lo que menos
hablé antes que termine. Vieron que lo que menos me interesó es hablar de mi
pintura, porque la pintura hay que verla y sentirla como a la música. Dicen que
donde mueren las palabras nace la música. Y Matisse dice algo muy cierto: “Si
eres pintor córtate la lengua” El pintor tiene que ser mudo. Sin embargo,
se pretende explicar la obra. En la pintura hay mucha sanata. Cualquiera es un
pintor como dice Dicepolín “Cualquiera es un señor...” Y no cualquiera
es un señor, como no cualquiera es un pintor. Yo tengo una posición muy bien
tomada, no soy neutral. Soy un francotirador. Mi posición es muy bien marcada
en lo social e intelectualmente. La pintura es como la música para mí; hago un
paralelo entre las dos. Lo que menos necesito es de los seudo intelectuales que
no hacen nada, que perturban a la pobre gente que quiere entender algo y sale
espantada porque hablan en difícil; porque sino no son intelectuales y creo que
es todo lo contrario, como la pintura, como el tango como la música toda está
inspirada por los grandes en lo popular, después la gran orquestación, el gran
vuelo, el talento, el genio pone lo demás, pero si no está conectado con el
prójimo no vale de nada. Yo pinto para mi par, para ustedes, para usted señora
que es tan linda (señalando a Cristina Oller)
C.O.- El que no pueda concurrir a la muestra que se
expone en el Centro Teatral Argentino en La Plata visite el 28 de noviembre el
Círculo Médico.
R.O.- A las 20 hs. en la inauguración de la
exposición anual de los alumnos del taller del profesor Aldo Severi, con la
proyección de un video de Daniel Tonelli basada en esta muestra que se titula “Dos
expresiones, una identidad”. Fue un
placer contar con su palabra y muchas gracias, maestro.
A.S. Les agradezco mucho fueron muy amables. Pude
expresarme con todo el sentimiento porque yo soy así, como dice el tango: “Si soy así qué voy a hacer...”
Chalo Agnelli
[1] Aldo Severi falleció el 24 de junio de
2005.-
VER en EL QUILMERO:
http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/07/aldo-severi-sus-obras-en-la-calle-mitre.html
http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/08/aldo-severi-y-su-arte-video-de-prof.html
http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/12/aldo-severi-ricci-vecinos-y-ariel_22.html
http://elquilmero.blogspot.com.ar/2014/01/aldo-severi-mas-sobre-su-vida-y-su-obra.html
http://archivo104.blogspot.com.ar/2011/02/aldo-severi-profesor-y-artista-plastico.html
http://murocultural.com.ar/beatrizpugliesi/fotos01.html
Exelene pintor y mas como profesor...!!
ResponderEliminarMUY BUENA NOTA
ResponderEliminar