lunes, 7 de julio de 2014

OSCAR POMETTI - OCTUBRE 2003

Recientemente EL QUILMERO comenzó a reproducir las páginas de RETRATOS EN LA CIUDAD, que concretaron Cristina Oller y Ricardo Debeljuh en su programa radial, con las palabras y el recuerdo de uno de los grandes de las artes plásticas quilmeñas ALDO SEVERI, siguió luego la elocuente personalidad de don ÉLIDO SCIAN y ahora reproducimos la música y la voz del tango, OSCAR POMETTI. Si bien estas historias tienen poco más de 10 años, bien vale reconstruir momentos del pasado, para confirmar la continuidad, la fuerza creciente de la pasión, la sensibilidad creadora y la fidelidad con sí mismo de aquellos que aquí repoduce EL QUILMERO. (Chalo Agnelli)

OSCAR POMETTI
(Cantantautor) 
RICARDO DEBELJUH.- Hoy retrataremos a Oscar Pometti.
CRISTINA OLLER.- Háblenos del tango, Oscar.
OSCAR POMETTI.- Es la música más importante del mundo en el ámbito popular. Hay tres ritmos que son los de mayor trascendencia en el mundo, y esto dicho por académicos, no es una teoría mía, son: el jazz, la bossa nova y el tango. Son músicas académicas. Si uno escucha, por ejemplo, tirolesa, desde la armonía tiene dos acordes solos. Hasta un chico de seis años puede tocarla con una guitarra. Es hermosa, pero no es de estudio. El tango es un género académico y, además, creo que es el mayor del mundo. Primero por su originalidad a nivel ritmo, armonía y melodía. Segundo, es el más completo por su nivel poético.
Cuando se estudia música, armonía, composición, escuchás un tango y lo tocás sin reflexionar mucho, pero un día te ponés a estudiar en serio y ves lo que guarda, y decís “¡mamita querida!”. Y tiene un condimento más, la emocionalidad. Otros géneros dan sensación de frialdad o son más intelectuales.  El tango tiene mucha pasión, “¡te rompe la cabeza!”.
R.D.- ¿Cuáles fueron tus comienzos?
O. P.- Mi auténtico comienzo fue el patio de mi casa, escuchando a mi viejo silbando. Porque vos sabés que cuando comencé a estudiar música, revaloricé como silbaba mi viejo; lo hacía con una afinación perfecta. En ese patio él se sentaba a escuchar tangos y yo lo acompañaba curioso. Así comienza en mí el gusto por la música. Mi primera experiencia fue a los trece años en un  conjunto de folklore. Empecé a tocar guitarra y a componer folklore fusión. Tocaba chacareras, zambas, un tema de Silvio Rodríguez y un tango. En el 98, me llamaron de una orquesta de Quilmes para hacer una gira por la Costa. Estaba en medio de una crisis artística; no encontraba un rumbo claro dentro de la expresión y del canto. Aún no había cantado nunca tango profesionalmente y acepté intentarlo.
Cuando fui al primer ensayo terminé enloquecido. Estuve durante cuatro horas escuchando y cantando tango, y eso me produjo una explosión. Me di cuenta de lo que quería cantar. Después de años de crisis, de no encontrarme y de no hacer nada; de invitarme a cantar y no aceptar. Porque consideraba que había que hacerlo con honestidad y no me creía preparado. Además, el canto es una cuestión de amor. Si no se siente así no sirve, es como decir “che te invito a salir con ésta piba” Si no se siente algo no será una buena salida.
R.D.- ¿Cuál es tu visión de la música hoy?
O.P.- Hay un rasgo propio del mundo actual, la hiper información. Para el arte es un poco complejo porque está más cerquita del silencio y tanta información, con tanto ruido; demasiada música foránea; lleva a los artistas nacionales a la dispersión. A mí me pasó.
Me llevó a una dispersión, interesante por un lado, para cantar jazz, pop, folklore, tango, blues y fusión. Eso me ha permitido por ejemplo, acompañar en distintos géneros a los alumnos en los talleres de música. Eso está bien. Pero desde el enfoque profesional es una época delicada. Otro aspecto fundamental es el tema de la raíz. En líneas generales se hace música sin raíz. Creo que todo esto tiene que ver con “los 2000”. Antes una persona interpretaba “su” música. No por una cuestión nacionalista, más bien por una condición natural. Ahora parece que se intenta volver a hacer una sola música; y el tango es único.
C. O.- ¿Cuál fue tu primer trabajo discográfico?
O. P.- Cuando me inicié en aquella orquesta, hacíamos distintos temas. Me llamaba mucho lo romántico. Desde siempre tuve gusto por una temática emparentada con lo romántico. Cuando se disolvió la orquesta, por cuestiones horarias de los integrantes, surgió la idea de encarar un disco romántico ya como solista. Y así nació “Tangos de amor”, que me dio bastantes alegrías, puesto que estuvo entre los mejores discos del año en los premios “Carlos Gardel” y fue nominado a  los Grammy Latinos en EEUU. Fue un pequeño aporte a la visión romántica del tango.
R. D.- ¿Quiénes te acompañan en tu espectáculo?
O. P.- En el espectáculo que presento me acompaña uno de los mejores guitarristas de tango del momento: Edgardo Acuña, y, además, director general musical del disco “Tangos de amor”. Y en la faz fotográfica, tanto del disco como en las muestras que a veces acompañan las presentaciones, Marcela Otegui, mi mujer, mi compañera y mi amor.
C.O.- ¿Quiénes son tus referentes?
O. P.- Un referente natural es Gardel. Es el número uno y el
inventor del tango. Pensemos que cuando comenzó a cantar, no se cantaba tango. Se tocaba un tango medio pajuerano, todo en negra. El tango riquísimo, “la canción” nace con “Mi  noche triste” en 1917, un tema de Contursi con Castriota. Lo inventó Gardel. Esa cosa de “percanta que me amuraste en lo mejor de mi vida...”
El grababa en una época donde no se podía hacer una segunda vuelta. Se hacía una única grabación, todo de una, con los guitarristas cerca del micrófono y él todo en vivo. Y uno no le escucha un pifie, una desafinación. No se le escucha una palabra mal puesta que no tenga que ver con lo que está interpretando. Era un genio. Después, en el 30, Gardel empezó a componer porque lo necesitaba para las películas, y compuso “Cuesta abajo”, “El día que me quieras”, “Volver”, “Soledad”. Sí, hablar de tango es como hablar de fútbol, no se puede hacer sin que aparezca Maradona y después hablamos. Es lo mismo, siempre aparece Gardel. 
A otro que admiro enormemente es a Troilo, un gran compositor. Cantantes: Goyeneche, “el polaco”, Floreal Ruiz, Edmundo Rivero. ¿Y cómo dejar afuera a Piazzola? .  Y poetas: Manzi, Cátulo Castillo, Homero Espósito, José María Contursi. Es una recorrida por el siglo a grandes pasos, hay más, por supuesto.
R.D.- ¿Te gusta componer?
O. P.- Si te digo que componer es un paseo por el paraíso, con eso lo digo todo. Componer es el vacío total y el lleno total. Y es eso de descubrir, de encontrar... y cuando lo vas haciendo, el proceso, es maravilloso. Ahora tengo la suerte de estar trabajando con los números uno del tango y la poesía - menos Ferrer y Eladia Blázquez, que son personas muy ocupadas, y no veo la hora de que hagamos algo juntos - Héctor Negro, un capo, Alejandro Schwagman, Ernesto Pierro, del que Raúl Lavié acaba de editar un CD con seis temas.
Así que esa cosa de escribir, mostrarlo, charlarlo, esperar la letra, empezar el nuevo disco, no es para compararlo con un hijo, pero es más o menos como un sobrino.
C.O.- ¿Cuál será tu nuevo trabajo o con qué temática lo abordarás?
O.P.- Alguien puede imaginar que vamos a hacer “Tangos de amor 2”, pero yo no lo siento. No me sale repetirme. La temática del nuevo trabajo va a ser más tanguera. El primero fue un disco concebido desde lo romántico. Ahora, va a estar: “Que me van a hablar de amor”, “Milonga sentimental”, va a haber seis temas clásicos y seis nuestros. Digo nuestros porque va a haber temas con Edgardo Acuña, como “Tango azul”.
R.D.-Grisel” es un tango que te gusto mucho ¿Verdad? ¿Conocés su historia?
C.O.- ¿Qué momentos recordás con más cariño, en tu vida profesional?
O.P.- Sí, es un tango que contiene una historia real. Contursi, era un hombre casado que tuvo un problema de asma y viajó a Córdoba para curarse. En la hostería donde paró durante tres meses vivía Grisel. Había sido reina de Capilla del Monte, a los pies del Uritorco. Y se enamoraron, pero él no se animó a continuar la relación. Volvió a su casa y escribe el tango Grisel en el momento de separación. Cuando la volvió a buscar, ella, de bronca, se había casado con otro. Un matrimonio que concebido desde el despecho. Pero Contursi queda viudo joven y coincidentemente Grisel también. Tenían cuarenta y pico cada uno cuando se volvieron a encontrar, se casaron y fue su esposa durante los últimos veinte años de su vida. Esa es la historia de Grisel.
O.P.- Por suerte, muchos. Uno de ellos fue cuando tocamos en el Teatro San Martín, en su hall Central. Ese es un lugar bastante difícil, es complejo para un artista trabajar ahí, porque ese espacio está pensado para convocar a la gente que sale de las salas.
Se lanza el show en el momento que terminan las obras y salen miles de personas hablando, comentando lo que vieron, mientras el show intenta retener a la gente en el vestíbulo. De buenas a primeras tenés que hacer la presentación con cuatro mil personas en esas condiciones de distracción y ruidos. Pero lo nuestro, en esa oportunidad, fue una cuestión mágica. Algo sagrado. La gente se acercaba, iba haciendo silencio y se empezó a generar el mismo clima que en un teatro o en Polaridades o en Casa de Arte Doña Rosa de Quilmes.
Un día también, muy hermoso, fue el de la muestra de fotografías de mi señora, Marcela Otegui, que si bien no hicimos un show completo, fue algo hermoso. 
C.O.- ¿Crees que hay referentes afectivos perdurables en la vida vertiginosa de hoy?
O.P. - El apuro y la necesidad para ir a buscar “el mango” y encontrarlo, con lo difícil que es, requieren de uno una permanencia full time. El trabajo hay que cuidarlo. Además, se agrega la hiper información, esto de la Internet, más el consumismo. Todo esto hace que uno se olvide de los referentes y ya no hay tiempo de visitar a los abuelos, a los amigos, hay que irse del país porque acá no hay trabajo, afuera se gana mejor. Y se comienzan a dar generaciones de chicos sin abuelos, sin afectos originarios, sin raíces. A mis dos hijas les decimos siempre que los besitos que dan los abuelos y los padres son tesoros que perduran toda la vida. No tener a los abuelos es una porción menos de los tesoros que la vida retacea a los chicos.
R.D.- Bueno, Pometti, muchas gracias por tu arte y por esto de compartir tu historia con nosotros.    
CD: "Profecía en Tango" noviembre 2005/julio 2006

ÉLIDO JOSÉ SCIAN - OCTUBRE 2004

Recientemente el señor Élido José Scian cumplió 90 años. Lo festejó entre alegrías, tristezas y dolores, tal como se presenta la vida. En 1989, la UNESCO creó la dignidad de Tesoro Humano Viviente referida a personas que encarnan en algún grado las habilidades y técnicas necesarias para la producción de los aspecto más importantes de la cultural de un pueblo y para la conservación, promoción y divulgación de su patrimonio cultural y material. Esta dignidad bien le cabe a don Élido José Scian. 
Esta entrevista, que hicieron Cristina y Ricardo, a este bernalense comprometido con su ciudad y su gente, sucedió en octubre de 2004, cuando Scian había llegado a los 80. (Chalo Agnelli)


ELIDO JOSÉ SCIAN

- CONSTRUCTOR -

CRISTINA OLLER.- Con nosotros don Elido Scian, un constructor de hermosas moradas, de jardines y un gozador de la vida.

RICARDO DEBELJUH.- ¿Cómo está Élido?

ELIDO JOSÉ SCIAN. – Muy bien y mejor por gozar de este encuentro. Me hacen un honor grande. Imaginaba que la audición debía estar relacionada con alguna obra en particular, pero me dijeron que es sobre mi persona. Y sobre mi persona digo cuanto pude dar de mi vida, no cuánto gocé.

R.D.- A Élido mucha gente lo conoce por sus obras arquitectónicas por su generosidad como amigo y como vecino, por su historia de Barrio Parque, pero nosotros vamos a hurgar en su persona. Nació el 13 de mayo hace 80 años, 1924, vivió en Dock Sud ¿Y luego?

E.S.- Hice la primaria en La Boca y luego me recibí de maestro mayor de obras en el Otto Krause.

R.D.- ¿Le resultó difícil el estudio?

E.S.- A mí no me resulté difícil. La muestra que se presentó en Doña Rosa comenzó con un dibuje que hice en 6° grado. Eso fue el principio de una vida dedicada al arte. Las maestras me pedían que hiciera los dibujos para las carteleras de las fechas patrias y los actos escolares. Y guardé todo eso. Esa muestra que comienza con mi 6° grado refleja mi formación desde la escuela primaria. Y por supuesto la medallita del mejor alumno me la llevé yo. Escuela N° 14 de La Boca, donde iba a pie caminando un kilómetro y medio desde Dock Sud a La Boca. No había maestra en Dock Sud.

Cuando terminé la primaria quise entrar en la escuela industrial. Pero, ahí viene la anécdota de que me deparó el destino, no rendí lo suficiente y quedé aplazado en el ingreso del Otto Krause. Siendo el candidato número uno en ingresar. Me equivoqué. Pero la maestra que me preparó me tomó tal cariño que caminó dos años y medio hasta hacerme entrar en esa escuela. Porque consideraba que había sido un accidente. Recorrió ministerios, direcciones, escuelas inspecciones hasta que me ubicó en una vacante. Y se convirtió en mi madre espiritual. Hasta su muerte me consideró su hijo espiritual de la simpatía que me había tomado. Y los resultados de la enseñanza recibida en la Otto Krause se reflejan en esa muestra, donde las láminas mostraban mi total dedicación al dibujo, mi entusiasmo por el arte.

La presenté en la escuela industrial de Quilmes y los 170 alumnos que la vieron con todos sus profesores quedaron muy entusiasmados. Mi padre modesto albañil, con 3° grado, venido de Italia, con poca instrucción, era un sabio. Mi madre era una sabia. Porque la visión que tuvieron para hacerme estudiar y que progresara a través del estudio, fue sorprendente.

C.O. – Además, ¡Qué maestros tuvo, verdad!

E. S.- Sí. Tuve profesores del más alto nivel. Luego fui a la Universidad. En la facultad de ingeniería fui ayudante de cátedra durante cuatro años en la materia Estabilidad, una de las más difíciles. Me recibí de ingeniero civil. Después me casé con Victoria Minisini, tuve cuatro hijos y se acabaron las ilusiones de profesorado y empecé a hacer chalecitos para sobrevivir. Cuando nos escapamos del Dock Sud por las inundaciones construimos con mi padre  la primera casa de Barrio Parque, que era mitad edificado a medias y mitad campo raso. En medio de ese campo raso edificamos sábados y domingos, con mi padre la casa. Yo aún era estudiante de ingeniería. La levantamos en familia. Sin agua y sin luz. A partir de allí empezó a crecer Barrio Parque  Puse el primer caño de agua. Les di agua a los vecinos seguí construyendo casitas humildes, porque los propietarios lo hacían con créditos hipotecarios. Los ricos no venían porque no había servicios. Cuando estuvo todo hecho entonces vinieron los que tenían plata. Fue construido por gente de trabajo que terminaba el asa y no le alcanzaba para hacer la vereda. Hice 400 chalets.

R.D.- ¿Cuál era la ilusión que lo movía?

E.S.- Inmediatamente se formó una Sociedad de Fomento para conseguir los servicios y mi padre fue a una reunión. Al domingo siguiente me dijo. “Tu deber es comenzar a trabajar allí porque debemos estar todos unidos para hacer progresar al barrio, y a pesar de que sos joven tenés que ir”. A partir de allí fui el primer socio y llegué a cumplir cuarenta años consecutivos de trabajo en esa Sociedad de Fomento de Barrio Parque de Bernal. Intervine en cuanta cosa se hizo en barrio parque: agua, luz, gas, teléfono, el club, la escuela, la comisaría, el jardín de infantes. Hasta que hace tres o cuatro años dije suficiente. Me tocaba el descanso. Todo lo hice con mucho espíritu de servicio porque debo decir algo íntimo, ya que hablan de la intimidad. A los cincuenta años todos dicen estoy en la mitad de la vida suponiendo que van a vivir cien y yo ya estaba triunfador, prestigio, una buena posición económica, los chicos ya educados y progresando; y me dije “ahora qué hago”. ¡Seguir sirviendo! Y a partir de ese momento de cualquier rincón que me llaman allí estoy para ayudar a la gente.

R.D.- Después de tantos años de trabajo y logros deben haber igual cosas que mejorar ¿Cuáles se le ocurren?

E.S.- Una necesidad vital por seguridad, no sólo por comodidad, es el paso bajo nivel. Imprescindible dado el volumen de tránsito que tenemos en la barrera de Lamadrid. El más intenso del todo el Partido. El municipio recientemente quiso justificar el cruce de Amoedo aduciendo el número de autos que pasan, pero sin comparar con el de Lamadrid. Yo hice el censo en persona. Me senté horas y días en el auto con mi lapicito y conté uno por uno los vehículos. Cuántos pasan a las 6 de la mañana a las 12 del mediodía, cuántos a las 6 de la tarde. Así hice la estadística de todas las barreras y la tengo graficada y documentada. Lamadrid es la que más cruce de autos tiene y la que padece más situaciones de peligro. Entonces era imprescindible hacer el paso de Plaza Suiza, sin afectar Barrio Parque. Me dijeron que ¡cómo yo que era el amante de ese barrio lo quería destruir con este paso! Todo lo contrario. Cuando se haga el bajo nivel, Barrio Parque no tiene más el tránsito que tiene hoy. ¡Qué contradicción! Y, sin embargo, no es así, porque orienté de tal forma la solución de las calles que los vehículos que hoy cruzan la zona no necesitarán más pasar por allí..

R.D.- ¿Cuál fue la respuesta de las autoridades?

E.S.- Nadie quiso analizar mi solución. No lo quieren discutir ni hacerlo público. Los invité a una conferencia que di en la Biblioteca Moreno, invitando especialmente a todos los funcionarios municipales desde el intendente para abajo, y no vino nadie. Les propuse que expongan sus planos a la población y que los justifiquen. Ni los justificaron ni los publicaron nunca. Yo logré conocerlos en forma subrepticia pues me los dio un funcionario y los copié.

C.O. – Sí, se caracterizan por no informar a la población debidamente de las cosas que hacen. Pero es bueno que sepan los oyentes cómo lo llama Caterina, “L´uomo sensa eta”, “el hombre sin edad”. Esto escribió ella en italiano, allá en Italia el año pasado, pero lo vamos a leer en castellano para que todos entendamos.
Dios le dio el don de la palabra 
y él ha difundido palabras de vida a muchísimas personas. 
Con la palabra él expone sus sentimientos. 
En él hay un gran fuego. 
En algunos momentos parece un volcán. 
Alegría y fuertes sentimientos se mezclan entre sí, 
llegando al corazón de cada uno de nosotros; 
nosotros que lo recibimos sentimos fuertes emociones 
que nos hacen reflexionar y permanecen marcadas para siempre 
en nuestros corazones.
                    Y este otro de Diana:
En Argentina él ha nacido,
pero friulano siempre será. 
De dos mundos embajador 
con la tricolor en el corazón. 
Sin edad lo han definido, 
pero la vida lo llenó de palabras y sentimientos. 
Así, él, con maestría, los transmite a tanta gente 
viejos y jóvenes; 
regalando a todos momentos emocionantes.
 Querido Elido, te saludamos, 
¡Hasta la vista! Con afecto te despedimos. 
En dos meses en Pordenone tu señal dejaste 
tanto como nuestro ángel dorado.
Diana y Caterina dos admiradoras de Élido Sciam. Le escribieron estos poemas allá en Italia.
R.D.- ¿Qué se siente al escuchar esto?

E.S.- Para mí es un momento emotivo profundo. Lo mismo que cuando me leyeron en la fiesta de despedida. Fui invitado de honor en Italia. Porque me premiaron con diploma y medalla por mis méritos que honraron la patria natal de mis padres. Fue una invitación oficial de la provincia de Pordenone que todos los años honra a descendientes de italianos en el extranjero. Ese año me tocó a mí. Y en la fiesta de despedida dije de hacer un brindis en el patio de la casa Y al brindis vinieron 130 personas, el gobernador, el intendente, el cura párroco, los intendentes de otros municipios. Había conquistado la simpatía de la gente. Y por micrófono me leyeron este poema. 
Pordenone está situada en la región Friuli, Venecia Julia, es una ciudad de 50.538 habitantes, capital de la provincia homónima.


¿Quién me definió el hombre sin edad? Un joven español de 28 años en un encuentro turístico en Dublín, capital de Irlanda. Visitaba una cervecería. Hablando con mi futura nuera de la arquitectura del edificio, se acercó un joven y en castellano nos dijo que nos había oído hablar de arquitectura y que él era estudiante de esa carrera. Le conté que yo también era arquitecto y que antes había sido maestro mayor de obras. Él también lo era. Y entramos en un terreno de confianza y simpatía. A los pocos minutos el joven me pide sacarnos una foto juntos. Yo le pregunto qué interés tenía de sacarse una foto con un viejo de 79. Y el muchacho me dice que yo le había resultado simpático, inteligente, con cara de bueno y que él me iba a dar una definición de mi persona, esa de “un hombre sin edad”. Conté la anécdota y de allí salieron estos poemas.

R.D.- Porque no hablamos del recorrido turístico que trazó el Sr. Scian.

E.S.- Barrio Parque es privilegiado por muchas circunstancias. Hay gente que viene a pasear haciendo mini turismo. Y no conocen los lugares claves y desorientados se los pierden. Entonces se me ocurrió este proyecto de turismo barrial. Si vienen de norte a sur paren próximos a la estación donde se hallan los dos pilares históricos que yo recuperé y los dejé en las condiciones actuales. Estuvieron a punto de ser demolidos porque estaban en ruinas. Hice poner la placa. [1] Es la entrada histórica.

Desde allí bajen por Deán Funes hasta Caseros donde está la planta de Aguas Argentinas, suban por la otra calle; vean en Independencia los chalets rodeados de jardines y así siguiendo un zigzagueo llegar al Club Bernal y todos los rincones destacados como la calle Patricios que como está un poco alejada poca gente se acerca a recorrerla y es la más hermosa del barrio, llena de jacarandás. Reconocer la iglesia de La Paz (Ascasubi 212), la plaza de La Paz. Como no vamos a ser privilegiados si en un país donde no se hacen plazas, Barrio Parque tiene cuatro, porque la plaza que está del otro lado en Espora era nuestra, pertenecía a nuestro barrio. Esa plaza estaba frente a la estación Bernal y la había cedido la hija de Félix Bernal en homenaje a su padre por eso lleva ese nombre. Pero luego por razones de circulación con Celulosa se la transfirió del otro lado y de este lado se loteó y se hicieron esos chalets que están frente a la estación. Dos de las más importantes: la del Maestro y la de La Paz, cedidas de acuerdo a las leyes por los herederos de Bernal, entregaron los lotes fiscales y una plaza por cada remate de loteo que realizaron. Según establecen las leyes. Y la plaza Suiza donada por un ingeniero suizo que tenía una casa quinta allí y se había propuesto hacer una plaza para los niños. Él no había tenido hijos. A su fallecimiento me tocó ser el ejecutor de la plaza.

R.D.- La iglesia de La Paz se hizo en 1964. ¿Cómo surgió la idea arquitectónica?

E.S.- No había muchos fondos y se debió hacerse económica. Así y todo salió bellísima. El obispado de Avellaneda crea la parroquia de La Paz, nombra a un párroco español. Le ceden esos lotes para hacer el templo y llaman a un joven estudiante de arquitectura que hizo un proyecto copiado de Clorindo Testa, el Banco de Londres. Había muy pocos fieles pues el barrio aún estaba en formación de modo que las colectas apenas alcanzaban para comprar 20 ladrillos. Pero el joven soñaba con concretar su sueño. Un muchacho meritorio, extraordinario, después lo llevé a trabajar conmigo por su gran capacidad. Pero el proyecto estaba fuera de las posibilidades económicas de la comunidad. Entonces qué hice: puse las paredes inclinadas par no gastar en fierros. Con las colectas de los domingos se compraron los ladrillos y voluntarios italianos los fines de semana levantaron las paredes. Las excavaciones las hicieron los soldados de la IMPA. Cuando llegamos a tres metros le pusimos la tapa. Ya estaba armada la iglesia. Por razones económicas y todo salió linda.
Plaza Suiza
La sencillez siempre da belleza. El interior se forró de madera. Tolstoi decía que el arte debe ser simple, profundamente emotivo, accesible y útil a la humanidad. La iglesia cumple con esos requisitos. El artista crea para goce del prójimo. Y otra circunstancia; el primer albañil que colocó ladrillos era un primo mío, y quieren creer que él es nacido en el pueblo de donde se enviaron las campanas, de Pordenone.

El inicio fue en 1984 en oportunidad que vino un italiano con una exposición que presentaba la evolución histórica y económica de la región del Friuli, muestra que se hizo en el Centro Cultural Recoleta durante 20 días, después de haber visitado todos los centros friulanos del mundo: París Nueva York, Río de Janeiro y llegaron a Buenos Aires. y se inauguró en 1990. El que la trae se aloja en Barrio Parque, en casa de un joven que cuando partió de su pueblo después de la guerra, en 1951, a los 22 años, le dijo al chofer del ómnibus que lo conducía al puerto, fíjese que en el campanario el reloj indica las doce menos diez, fue puesto por mí. “Por favor demore la partida diez minutos que quiero escuchar por última vez las campanas de esa torre. Allí comenzará esta mi nueva historia.” Y se vino a la Argentina con la esperanza de volver a escucharlas alguna vez. Esta visita vino 33 años después de la partida de aquel joven que ahora lo tenía de huésped. Con él fue que a misa de Nochebuena  y al visitante le llamó la atención que a las 12 de la noche no sonaran las campanas. El inmigrante le mostró que la iglesia no tenía campanario ni campanas y le pidió que si él podía y volvía a su pueblo natal le enviara una campana que él haría el campanario y así quedarían hermanados los dos pueblos. El friulano no mando una, envió tres con la colaboración de todo el pueblo. Yo hice el campanario y sin saberlo después me entero que el pueblo ese de la anécdota era el de mis padres.

R.D.- Yo me casé en esa iglesia sin campanas.

E.S.- ¡Vení que te caso otra vez! (risas)

C.O.- Élido Scian es un libro abierto, una persona, un personaje todo eso junto y nuestro. Es un hombre feliz. Que no es poco.

ES. Muchas gracias. Tengo bastante buen humor.

R.D.- ¿De las obras realizadas con cuál se queda si tiene que elegir una?

E.S.- Con la iglesia de Barrio Parque por su significación religiosa, pero también por el amor con que fue hecha. De ese templo dibujé hasta los bancos. Salvo las dos pantallas del altar que las hizo mi hijo porque yo no sabía que solución darle. Complementariamente hice la iglesia de los salesianos; Ntra. Sra.de la Guardia, y mi hijo hizo las torres. Afortunadamente siempre que hice una obra fui innovador, creador, siempre fue algo nuevo. Hice escuela de arquitectura sin ser arquitecto.

R.D.- De todo lo charlado ¿Hay anécdotas que no están en el libro “Historia de Barrio Parque Bernal, Ciudad Jardín”.

E.S.- Casi todas. Por eso tiene 400 páginas. Porque no escribí únicamente la historia sino también los complemento anecdóticos de cada una: Marconi transmitiendo de allí, el por qué de la Plaza Suiza, el invento de la birome en Las Heras y Lebenshon.

C.O.- Tenemos que decirle hasta la próxima con pesar pues nos agrada estar con gente joven como usted, positiva y feliz.

E.S.- Aprovecho a invitarlos a la fiesta de los 100 en la cancha de Quilmes. Porque acabo de cumplir 80, pero desde ahora, estoy invitando a todos a la fiesta que voy a hacer en la cancha de Quilmes cuando cumpla los 100. Agéndenlo.

 (publicado en www.periodicobernales.com)
HA FALLECIDO EL INGENIERO SCIAN 
El destacado vecino de Bernal y reconocido profesional, Elido Scian, ha fallecido en la tarde de hoy (17/07/2014) Sus restos son velados en Cochería Fiori (Av.San Martín 490 e/9 de Julio y 25 de Mayo. El legandario ingeniero que tanto luchó por el progreso de Bernal y fue figura señera en su trayectoria por la ingeniería civil y las obras públicas, tenía noventa años y se encontraba internado en un establecimiento geriátrico Su último gesto de grandeza y amor lo tuvo al internarse en el geriátrico, sin necesitarlo, para acompañar a su esposa. 

NUEVAS MANIFESTACIONES DE PESAR 
De manera acelerada corrió por todo el partido de Quilmes el fallecimiento de Élido Scian y todos los medio se hicieron eco de la noticia ni bien Norberto Gialombardo lo informó por “BernalES”… Su persona, aunque de edad avanzada, seguía proyectando sus ideas con entera lucidez, siempre en beneficio de Bernal y su Barrio Parque. Así lo difundía PERSPECTIVA SUR:
FALLECIÓ EL INGENIERO ELIDO SCIAN
A la edad de 90 años, el inquieto vecino de Bernal, don Élido Scian, falleció ayer en horas de la tarde, por una falla cardíaca. Este apasionado hacedor de obras e impulsor de proyectos para el desarrollo de la ciudad, dijo finalmente adiós.
Nacido en Dock Sud, Avellaneda, en 1924, se radicó en Bernal en 1948, lugar que convirtió en su hogar, su lugar en el mundo. Estudió ingeniería en la Universidad Nacional de la Plata, y es autor de numerosas obras públicas en todo el país, pero en el distrito fue el autor del bajovías peatonal de Don Bosco, el edificio de la Socie­dad Cristóforo Colombo, numerosos templos en la provincia de Buenos Aires, e impulsor del proyecto de Ciudad Jardín en Bernal. Fue vela­do en la Cochería Fiori, sita en la Av .San Martín 490 entre 9 de Julio y 25 de Mayo, frente a la estación de Bernal, y sus restos serán cremados en horas del mediodía de hoy. Más adelante se hará un servicio reli­gioso en la Parroquia Nuestra Señora de la Guardia.
Casado pon Victoria Minisini en 1951, tuvo cuatro hijos: Juan Carlos (1952), arqui­tecto, tres hijos; Alberto Néstor (1953), doctor en Química, investigador del CONICET, dos hi­jos; María Ester Elida (1957), profesora de arte, dos hijos (recientemente fallecida, casada con el educador y artista plástico Pedro Costa); y Gustavo José (1964), técnico electromecánico.
En la ciudad, Elido protagonizó encarnizadas peleas técnicas con otro gran vecino profe­sional de Bernal, Cayetano Lavalle, por ée bajovías de Bernal, y la conveniencia de hacer­lo por la calle Espora o sobre la plaza Suiza. La intervención de ambos en el debate público, son de antología, y revelan la profunda pasión de éstos vecinos por el desarrollo de su ciudad. Los que hacemos PERSPECTIVA SUR saludamos a la familia Scian y compartimos el dolor de la pérdida.

NOTAS

[1] Estos pilares sostenían los portones de reja  que eran acceso a la chacra de don Félix Bernal.